jueves, julio 5

De elecciones y tristezas


El lunes por la mañana era un día triste, humedad, frío y silencio. No había nada que decir, nada que celebrar al final de una pesada y tediosa campaña electoral que sólo tuvo tintes conmovedores gracias a los chicos del #yosoy132 y sus renovado idealismo, ese que se pudrió un poquito en el alma de mi generación de CGH 1999.
Con el #yosoy132 volvimos a las calles, gritamos consignas, vimos una sociedad politizada y ávida de información, interesada en el cambio, gritos como ¡Peña bombón te queremos en prisión! que hacían un nudo en la garganta… ¡Si se puede!
En mi entorno sólo un par de personas votaron por el PRI, pensando en las glorias pasadas, en la bonanza del Milagro mexicano, en el México anterior al neoliberalismo, ¿cómo podría culparlos? Ellos vivieron un país mejor, en cambio, nosotros, nacidos en tiempos de eterna crisis económica, sólo conocemos un país jodido y luego, más jodido, no esperamos nada del partido que institucionalizó la Revolución ¿cómo podrían  culparnos por buscar un cambio?
Después de la elección, los encabezados de los periódicos fueron un impacto terrible, “Pan comido” decía uno. El dinosaurio no sólo seguía ahí, nos estaba aplastando más a gusto. La sonrisa impecable de Peña Nieto me dio un torzón de tripas y una tristeza enorme, frustrante que no se va y ¿saben qué más? enojo… estoy terriblemente enojada.
Me doy cuenta que, a diferencia del 2006, no hay fraude en el número de votos, por eso el IFE está abriendo los paquetes electorales tan fácil, tristemente no hay nada ahí. Debemos impugnar los topes de gastos de campaña que a todas luces se violaron hay que hablar de un proceso electoral cuestionable e ilegítimo.
La elección no sirve porque se basa en el voto sucio e inmoral manipulado por los medios en dos vías, ambas lamentables:
  • La pobreza que vendió su voto por migajas para comer.
  • La clase media que odia por método a Andrés Manuel López Obrador y todo lo relacionado con él.
La pobreza, por supuesto es un número mayor y de mucho peso en los porcentajes de la elección, como ya vimos en las tiendas Soriana abarrotadas. La coacción del voto es reprobable y no democrática. Un gobierno que basa su poder en la necesidad del pueblo jamás se interesará en trabajar para que esa condición cambie y eso es una gran tragedia viendo al futuro.
Me pregunto si esas amas de casa que están comprando frijoles con la tarjeta que el PRI les dio, votarían diferente si sus hijos no tuvieran necesidades. Me inclino a pensar que si, por supuesto, o si el tricolor no hubiera regalado nada, ¿a quién habrían elegido? la distribución del voto sería otra.
Es evidente que los millones de pesos que ilegalmente invirtió el PRI en los monederos electrónicos SI determinaron las decisiones de la elección y eso no es justo.
Pero el “Sorianagate” no es siquiera el elemento más importante de esta elección inmoral, como si lo es el programa de trabajo, promoción y manipuleo que Televisa armó para el producto Peña Nieto desde que era gobernador del Estado de México, por cierto, uno de los rincones más infernales del país, lleno de corrupción y contrastes económicos brutales, pero dejemos eso que es otro cuento.
El golpeteo y manipulación descarada en los medios, son la condición de posibilidad de esta elección sucia. La propaganda que se aprovecha de la ignorancia de la pobreza y del gran defecto de la clase media mexicana, ese que se arrastra desde el Virreinato, somos los eternos criollos – mestizos temerosos del qué dirán; aterrados que alguien nos acuse de ser una suerte de Buen salvaje, inferior y además, pobres, entonces, hay que aferrarse a los que sea que nos haga parecer gente de bien. Esa sociedad mexicana, acomodaticia, miedosa  y tibia, que no pudo tolerar un candidato algo desaliñado, visceral y con acento sureño y prefirieron votar por el maniquí vacío candidato de la televisión fastidiándonos a todos.
Porque es cierto, la televisión SI hace presidentes, sucedió en Brasil con Collor de Mello  y en Italia con el finísimo Berlusconi.
Pero claro eso no pasa aquí, un ”país democrático” dicen los “telectuales” (disculpen no se dónde leí el término pero me parece adecuado), que se llenan la boca con eso de “un país diferente y democrático” donde la gente vota según su voluntad y  no por el hambre y la manipulación propagandística.

Me perdí y no entendí cuándo cambió el país ¿desde que ganó Fox? ¿La alternancia simulada nos dio democracia? (¿?). Me queda claro que los Krauze y yo vivimos en países diferentes. El país de fantasía de Televisa no es el mío. Mas si eres un tipo que nunca ha padecido y por influencias se te abren todas las puertas y, además vives en Estados Unidos, como nuestro tuitero ejemplo, pues supongo que si ves un sistema muy a todo dar. Nadie te tira línea, claro, porque no es necesario, ya piensas como conviene a la empresa, por eso trabajas allí, obvio. Una voz disidente es desempleada, pero eso no interesa, ¡esta es la tierra de la libertad! Esos reporteros muertos por su trabajo seguro viven en un país, muy,muy lejano. 

¡No protesten este país es otro, uno democrático, no protesten! 
Entonces según el discurso de muchos medios comoTelevisa, Milenio, Foro tv y demás sólo los flojos protestan, los mugrosos, los intolerantes toman las calles, los agitadores, los ninis, los feos, desempleados, nacos, todos manipulados por el Peje y sus huestes obsesionadas con el poder, “deberían ponerse a trabajar porque el cambio viene de nosotros mismos… ¡tu que compraste una película pirata! ¿cómo te atreves a pedir un buen gobierno?”
No, ya, ¿En serio? ¿dónde quedó la dignidad?

El Peje con su inmenso poder mental perverso nos controla a todos, para ¡tomar Reforma!  y es que nuestra democracia es sinónimo del libre tránsito por esa avenida.
¿Ven que lastimero se lee?
Así, volvemos al principio del texto, entiendo por qué nadie celebraba nada el lunes por la mañana, es que el hambre y la manipulación no celebran, sólo callan y agachan la cabeza para ir sobreviviendo.y por favor, no me digan que me ponga a trabajar para mejorar mi país pues no me creo esa mediocridad. Trabajaba antes de la elección y lo seguiré haciendo rogando que Peña Nieto y la mafia del poder que lo promovió no fastidien las condiciones de inversión de las empresas, rogando que no desmantele instituciones como Pemex, el IMSS o la UNAM y que quede algo de vida intelectual a pesar de tener un presidente francamente ignorante para poder seguir escribiendo de Historia. 
Me enoja la incertidumbre, el abuso y la intolerancia que el maniquí presidencial ha demostrado. Me enoja que los medios manipulen, que las personas hayan ido a votar sin razonar y que se resignen a “que las cosas son así” como esclavos del pensamiento. Odio la imposición y el cinismo. El discurso de la tolerancia sin dignidad ¿Nos robaron la elección? dejen eso, nos están robando el país. Eso aterra, mucho. Creían que Calderón era un mal presidente, espérense...

¿Qué hacemos? ¿Cómo peleamos? No se trata de López Obrador, se trata de todos nosotros. ¿qué hacemos para evitar que el dinosaurio nos devore? 

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