sábado, mayo 2

La mujer mexicana del déco a través de los ojos de Ernesto García Cabral y las portadas de “Revista de revistas” (parte 2)

Acerca de México y el Art déco que hizo suyo


La historiografía que sobre el art déco existe nos indica que en México, si bien existe la influencia del periodo entre las dos guerras mundiales, la percepción de la tranquilidad anhelada después de la revolución es innegable, por eso es conveniente fijar una cronología nacional, que nos acomode mejor: Las ideas de triunfalismo, y de linealidad en las artes decorativas, superando el art noveau, van desde 1920, con la subida al poder de Alvaro Obregón, hasta 1940, cuando el presidente en turno, Manuel Ávila Camacho, decide declarar la guerra a Alemania, Italia y Japón.
Sin embargo, al contrario del contexto internacional, donde las expresiones déco fueron más variadas, desde París hasta la vanguardia neoyorquina, en México, este movimiento tuvo sus mejores exponentes, en el rubro de la arquitectura, lo cual es bastante entendible, si pensamos que después de la revolución, existió cierta movilidad social, y que si bien muchos de los ricos del porfiriato, lo siguieron siendo, hubo muchas familias que accedieron a un nuevo nivel social.
Estos nuevos ricos decidieron mudarse, abandonar el actual centro histórico, como lugar “de gran alcurnia” para poblar un poco más lejos; es entonces que se cpnsolidan colonias como la Condesa o la Roma, por lo que aún hoy, resulta muy interesante admirar aquellas construcciones que con líneas rectas y juegos de bidimensionalidad nos recuerdan, la época que este texto intenta recordar.

El art déco en México, resultó la verdadera alternativa, la verdadera vanguardia, que aunque moderada, marca una vertiente de la historia del arte contemporáneo mexicano, a estudiar, como contraparte de los muralistas.
Si bien los artistas como Guillermo Ruíz (escultor), Agustín Lazo (pintor) y Jorge González Camarena (pintor e ilustrador) entre otros, aceptaron y compartieron el ideal de la revolución, no utilizaron su iconografía y mucho menos fueron parte del proyecto nacionalista de José Vasconcelos, a quien son en cierto modo rebeldes. Su idea sin embargo fue crear una visión más romántica que revolucionaria e incendiaria del país. El mejor ejemplo que de esto puedo ofrecer es la película Allá en el rancho grande, donde se expone una realidad imaginaria, a través de la otredad romántica del sombrerudo, muy efectiva y exitosa en el extranjero.

Con esta idea se valieron del nacionalismo mexicano, ese sentimiento que Vasconcelos pretendía exaltar desde la SEP a través de la pluma del Dr . Atl, la exquisita tradición artesanal mexicana, los famosos sarapes de Saltillo con sus formas geométricas y contraste de colores adquieren su fama internacional en esta época. Además es la época en que las culturas antiguas son retomadas, por supuesto que no me refiero a los riegos y romanos, no en este momento, el éxito lo acapara Egipto, por ejemplo, es la época en que la intacta tumba del faraón Tutankamón es descubierta, los medios masivos de comunicación se encargan entonces de difundirlo, por lo que las pirámides se ponen de moda, incluso no faltó quien se construyera, su propio monumento funerario con este tema en México, que mejor detalle de buen gusto, seguramente se comentaría en la época, que moderno se diría de este sepulcro flanqueado por una esfinge egipcia en pleno panteón francés de la ciudad de México.

Pero si lo antiguo justificaba como moderno para el mundo occidental, porque no proclamar ante ellos el pasado del mexicano, retomando las formas prehispánicas en los diseños, esta es pues la característica principal de los diseños déco en este país. Los motivos indígenas y las ideas románticas pueblerinas fueron muy socorridas sobre todo cuando de representaciones femeninas se trataba, los que exaltaba aún más la idea de la otredad romántica.


Ernesto García Cabral, Portada de “Revista de Revistas”, 17 de Marzo de 1929

La peculiaridad de la mujer en Revista de revistas o el caso particular la visión de Ernesto García Cabral

El estudio de un caso particular de estos artistas de la vanguardia moderada que vivió México en este periodo es necesario, por lo que tomo a Ernesto García Cabral, quien es clasificado sólo como dibujante, con lo que creo que no se le hace el mérito suficiente; así que usaré el termino ilustrador, por parecerme más amplio y apropiado. Este ilustrador veracruzano, nació en 1890, estudió becado en la Academia de san Carlos y en Francia lo que definió su estilo.

A su regreso a México, trabaja ilustrando las revistas como La Tarántula, Frivolidades y Multicolor; en 1918, comienza su trabajo para Revista de revistas, y la edición Jueves de Excélsior. Gracias a su dibujo lineal, es considerado influenciado por el art decó, mientras que contemporáneos como Orozco y Rivera lo califican como el mejor dibujante de su generación, su muerte en 1968 y su trabajo en el periódico Novedades, son aspectos que no tocaremos aquí, ya que es su trabajo como ilustrador en Revista de Revistas, el que nos da cuenta de la idea que de la mujer manejaba y como esta se inserta en la vanguardia moderada que con una visión romántica percibía la vida en México.

Ernesto garcía Cabral se vale de recursos compositivos novedosos, muy propios de este grupo vanguardista es decir “en el terreno de la pintura se optó por nuevos temas y recursos de construcción plástica; la frontalidad del personaje retratado, privilegiando con ello la comunicación de la vida emotiva, sobre el preciosismo estético.” (1)
De este modo nos muestra una mujer que al contrario del común ideado por sus colegas, tiene más que ver con la vampiresa francesa que con la romántica provinciana, es “la mujer fatal o vampiresa: el tipo de mujer que es celebrada después sin ponerse de acuerdo por Agustín Lara en sus canciones. Dicha especie que tanto explotó el cine norteamericano y que coincide con su desarrollo inicial, fue tomado por modelos a ciertas notorias artistas de teatro y de boulevard, que participaron en el movimiento conocido como art noveaum modern style o jugendstil que generaron desde el siglo pasado en Inglaterra los prerrafaelistas, dante Gabriel Rosseti, Edward Burne- Jones y demás; en Francia Gustave Moreau y otros.” (2)
Los dibujos de García Cabral, no muestran la timidez y la inocencia de la mujer moderna, en lo absoluto; la mujer nueva mexicana, la del nuevo régimen, empieza a esbozar una nueva mentalidad, mujeres que retan y que viven su vida apasionadamente, vienen a la mente nombres como Tina Modotti, Lupe Marín y la desafortunada Antonieta Rivas Mercado, personajes que percibían la existencia como un abierto espacio de creación, dentro de una sociedad que no permitía mucho movimiento. La mujer se convierte entonces en un aspecto de tensión cultural, es pues un símbolo de seducción y amenaza, es aquella que al contrario de las costumbres porfirianas, comienza tímidamente a fumar y beber en público, es aquella que recorta su vestido y su cabello se libera del corsé e intenta abrirse al eclecticismo que nutre al déco.
Sin embargo no debemos generalizar, puesto que estos fenómenos no tuvieron gran alcance, mucho menos en un país que no termina por entrar totalmente a la modernidad, debido a su propia inestabilidad política. Estos aires de novedad y libertad ideológica en la mujer fueron percibidos por pocas afortunadas en este país; las clases altas, pudientes, aquellas con situación económica holgada que les permitiese conocer lo difundido por los medios de comunicación, más allá de su comunidad, es un hecho que no todas cortaron sus trenzas y al usar vestidos holgados, se volvieron cosmopolitas.
Es aquí donde debo plantear el problema de la recepción de las imágenes ideadas por García Cabral; las cuales activadas por la difusión de Revista de revistas, llegaban a un público muy selecto, aquel, que había decidido, vivir en la colonia Condesa por ejemplo; basta con mirar la publicación para darse cuenta del nivel de su recepción, la mujer que la leía estaba clara que era civilizada, tal como el triunfalismo de la época mandaba, igual que el mundo entero debía serlo, he aquí un extracto de la revista que ilustra muy bien el punto en un reportaje sobre la vida moderna en África:
“las negras se retratan y conservan recuerdos científicos en sus maletas, tienen ya amantes. El acordeón traduce ahora las canciones nuevas y la máquina de coser constituye [sic] a los antiguos aparatos de las tejedoras. Las nuevas negras mandan cartas o telegramas para anunciar que van a contraer matrimonio o algún otro acontecimiento. No, las negras ya no están desnudas.”(3)

Las clases alta y media alta eran las que tenían acceso a consumir este tipo de imágenes y por lo tanto a asimilar este tipo de modelos que desde el extranjero se consolidaban, y que García Cabral había a prendido a dominar en su estadía en París, por lo que su obra inmortaliza “la perversidad y lo más vaporoso de la belleza femenina. Sus dibujos de cortesanas son como mariposas multicolores clavadas en las portadas de Revista con la punta de su lápiz genial. Tuvieron la gracia nerviosa de sus actitudes sus languideces sensuales, sus caprichos locos, sus elegancias serpenteantes” (4)


Ernesto García Cabral, Portada de Revista de revistas


Es de esta manera que la visión de garcía Cabral de la mujer a través de sus ilustraciones, me parece novedosa, su vanguardia rompe o intenta romper la moralidad porfiriana, muy cercana a la victoriana europea, sus imágenes ya no tiene necesidad de mostrar a la mujer arrepentida y sufriente por su dualidad, siniestra virginal, liberándola, esta vez es perversa, una vampiresa, sensual pero necesaria, un excelente antecedente y parte en el proceso histórico de renovación en la mentalidad femenina, que recibió este tipo de imágenes, aún en los tempranos años veintes y treinta del siglo XX en México.


(1)Anda Alanís Enrique X. De, et. Al, Art déco un paíos nacionalista, un México cosmopolita, (catálogo de exposición)México, Museo Nacional de arte, INBA, 1998. p. 40
(2) García Cabral Ernesto, Las décadas del chango García Cabral, México Dóme 1979, p. 11
(3) “Civilización”, en Revista de revistas, 18 de enero de 1931.
(4) Ernesto García Cabral Jr. ob cit, p. 45

2 comentarios:

alejandro munguia dijo...

me encanto tu reportaje muy bueno yo estoy haciendo una tesis del chango cabral ojala me pudiera contactar contigo mi correo es mariomung@hotmail.com saludos

Hun García dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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