martes, agosto 25

De la mutilación a la indolencia. Historia en primaria

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Todo empezó con una nota en la jornada donde Olac Fuentes Molinar ex subsecretario de educación básica y normal de la SEP denunció que "se mutilaba la historia de México" pues en los libros de primaria no aparecen ni la Conquista ni la Colonia.

Mi curiosidad me llevó a averiguar lo siguiente:

En el Nuevo plan de estudios de educación básica que es producto de la famosa Alianza por la Calidad Educativa que dota al SNTE de capacidad política y de ejecución absoluta de las políticas educativas.
En este nuevo plan curricular historia se encuentra en la división de exploración y comprensión del mundo natural y social junto con ciencias naturales, y geografía. Historia está enfocado dentro de la competencia (habilidades para lograr objetivos específicos), de la convivencia social.
Se le destinan 2 horas semanales que equivalen, sin huelgas, epidemias o cualquier eventualidad, a 80 horas anuales. A partir de 3º de primaria edad donde se supone los niños ya pueden manejar y comprender los conceptos sobre la concepción del tiempo, largo, inmediato, el pasado cercano y el pasado remoto y por lo tanto están preparados para estudiar procesos históricos. (En la práctica, incluso los adultos fallan en esto).

El antecedente son los cuadernos de 1º y 2º sobre la Exploración de la Naturaleza y la Sociedad. La página de la SEP no es muy clara sobre el curso de 3º y según el secretario de educación la Conquista y la Colonia se estudian en 4º. Esto parece lógico pues el texto trata el origen del hombre en Ámérica y las culturas de Mesoamérica por desgracia la versión disponible en PDF en el sitio se queda en el bloque 2 y ni en el índice sabemos cuaĺes son los temas pues una versión experimental.





En 5º con la idea de continuidad siguen enseñando historia de México, al contrario del libro anterior donde se trataban las civilizaciones antiguas. Este contenido conectaba con el temario de 2º de secundaria que parte del Renacimiento para enseñar Historia Moderna y contemporánea.
La novedad empieza con los primeros años de vida independiente (tal vez aqui saltó la mutilación del escándalo).



En la versión anterior de 5º se dedicaba más espacio a la Conquista dentro del tema: Renacimiento y la era de los descubrimientos. Ahí se hablaba del comercio y la formación de imperios como el español y el portugués, parece pertinente la inclusión de Colón los avances renacentistas y las guerras de religión para insertar nuestra historia en un contexto internacional, a mi parecer acertado. EL libro cerraba con una explicación sobre la formación y funcionamiento de Nueva España que se conectaba con el libro de 6º de historia de México exclusivamente.

En la nueva versión de 6º se trata la prehistoria, la antigüedad, la Edad Media y la época moderna hasta el Renacimiento donde se dedican un par de párrafos a la conquista del imperio español en nuestras tierras:






En Secundaria el México prehispánico, la Conquista y la Colonia hasta 1750 aproximadamente se revisan en un bloque o unidad en el último año. (Hay que recordar que historia sólo se cursa en dos de los 3 años). La mayoría de los maestros no dedica mucho tiempo en afán de terminar el libro y la mayoría sólo llega al bloque 3 que trata de los problemas de nuestro país para consolidarse y termina con el movimiento de Madero.

Me queda la seguridad que las políticas educativas tienen todo interés en asuntos que no son transmitir conocimientos ni crear conciencias y mucho menos crítica. Por so no importa el equilibrio, ni la continuidad, ni explicar la simultaneidad de los procesos históricos. La mayoría de los textos que para muchos son el único contacto con un libro en toda su vida, se echa en saco roto. Así las cosas. No se mutila pero no se explica. No es propaganda, es indolencia. No se qué es peor.
Pero no es un defecto de este curso, o algo que empezó y de la Alianza por la calidad de la educación. El proyecto educativo nacional se ha ido degradando desde que grandes hombres como José Vasconcelos y Jaime Torres Bodet dejaron sus puestos, qué podemos esperar de Elba Ester Gordillo que es tan corrupta como rico es su cirujano plástico, tan ignorante... y de un gobierno que la dotó de singular poder como si la Secretaría de Educación tuviera dos cabezas, una menos visible que la otra y un gobierno permisivo.

Referencias:

Material de: Educación básica SEP

martes, agosto 18

De los nuevos historiadores...

Me da mucho gusto ver el plan de estudios de la licenciatura de historia del Instituto Mora. Incluye aspectos que yo misma he tenido que aprender de manera un tanto salvaje como: diseño y producción editorial (mi favorita), producción multimedia, audiovisual y radiofónica. Además de lenguaje para transmitir el conocimiento histórico cuya falla es no sólo muestra de pedantería, sino con seguridad la peor y más arraigada maña del gremio.
Materias como instrumentos de evaluación, comunicación, museografía y políticas culturales divididas curricularmente a partir de un tronco común en tres líneas profesionales que son: didáctica, divulgación y gestión de patrimonio. Muestra que poco a poco los historiadores se van alejando de la vida del cubículo de tiempo completo para intentar nuevos modos de investigar y difundir el conocimiento histórico.

Convocatoria aquí

Lolita

Poca gente sabe que tengo dos novelas favoritas: una, Santa de Federico Gamboa y la otra Lolita de Vladimir Nabokov. De la mexicana hablaremos en otra ocasión, porque hoy se cumplen 51 años de la primera edición estadounidense de la historia de Humbert Humbert y su adorada Dolores Haze de doce años.



Vladimir Nabokov (1899-1977), de origen ruso vivió en el exilio debido a la Revolución Bolchevique, primero en Europa y después en Estados Unidos donde escribió Lolita en 1953. La novela siempre calificada como una de las mejores, es una descripción perfecta del interior de Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial a través de un recorrido por carreteras y moteles, lo que hace de ella una suerte de “road novel”. Con un gran manejo de una lengua extranjera Nabokov logra describir la obsesión con gran ternura:

Ahora creo llegado el momento de introducir la siguiente idea: hay muchachas, entre los nueve y los catorce años de edad, que revelan su verdadera naturaleza, que no es la humana sino la de las ninfas (es decir demoniaca), a ciertos fascinados peregrinos, los cuales, muy a menudo, son mucho mayores que ellas (hasta el punto de doblar, triplicar e incluso cuadruplicar su edad). Propongo designar a esas criaturas escogidas con el nombre de nínfulas.
Debe advertirse que sustituyo las limitaciones espaciales por las temporales. De hecho, quisiera que el lector considerara “nueve” y “catorce” como los límites –playas de aguas relucientes como espejos, rocas rosadas-- de una isla encantada, reino de esas muchachas a las que denomino nínfulas, y rodeada por un mar vasto y brumoso. Entre esos límites, ¿son nínfulas todas las niñas? No, desde luego. De lo contrario, los hombres capaces de penetrar ese secreto, es decir, los peregrinos solitarios, los ninfulómanos, se volverían locos. Tampoco es la belleza un criterio determinante, y la vulgaridad –o, al menos lo que una comunidad determinada considera como tal-- no daña forzosamente ciertas características misteriosas que dan a la nínfula esa gracia etérea, ese evasivo, cambiante, anonadante, insidioso encanto mediante el cual se distingue de sus contemporáneas que dependen incomparablemente más del mundoespacial de fenómenos sincrónicos que de esa isla intangible de tiempo hechizado donde Lolita juega con sus semejantes. Dentro de los mismos límites temporales, el número de verdaderas nínfulas es harto inferior al de las jovenzuelas provisionalmente feas, o tan sólo agradables, o “simpáticas”, o hasta bonitas y atractivas, comunes, regordetas, informes, de piel fría, niñas esencialmente humanas, con vientrecitos abultados y trenzas que acaso lleguen a formarse en mujeres de gran belleza (pienso en los feos tapones con medias negras y sombreros blancos que se convierten en deslumbrantes estrellas cinematográfica). Si pedimos aun hombre normal que elija a la niña más bonita en la fotografía de un grupo de colegialas o girl scouts, no siempre señalará a la nínfula. Hay que ser artista y loco, un ser infinitamente melancólico, con una gota de ardiente veneno en las entrañas y una llama de suprema voluptuosidad siempre encendida en su sutil espinazo (¡oh cómo tiene uno que rebajarse y esconderse!), para reconocer de inmediato, por signos inefables –el diseño ligeramente felino de un pómulo, la delicadeza de un miembro aterciopelados y otros indicios que la desesperación, la vergüenza y las lágrimas de ternura me prohíben enumerar--, al pequeño demonio mortífero entre el común de las niñas; pero allí está, sin que nadie ni siquiera ella, sea consciente de su fantástico poder.*




Una novela de interesante sinceridad y pureza no encontró editor pronto y por eso se publicó primero en Francia (1955) y en Estados Unidos 3 años después pues alteraba demasiadas buenas conciencias. Seguramente por que temían ver algún desvarío reflejado en esas líneas; respecto a la novela el autor comentó en 1964 para la revista Life lo siguiente:

I would say that of all my books Lolita has left me with the most pleasurable afterglow —perhaps because it is the purest of all, the most abstract and carefully contrived. I am probably responsible for the odd fact that people don't seem to name their daughters Lolita any more. I have heard of young female poodles being given that name since 1956, but of no human beings.


Por supuesto, mi poodle se llama Lolita, Lo.

Una novela así es imposible llevar al cine tal como Nabokov la escribió, sin embargo hay dos intentos el primero de 1962 en manos de Stanley Kubrick quien acostumbraba no respetar las novelas para crear versiones completamente diferentes aunque brillanntes, basta recordar el Resplandor de Stephen King y 2001 Odisea del espacio de Arthur C. Clarke, Lolita no fue la excepción. La segunda versión de 1997 tiene como gran valor la impecable actuación de Jeremy Irons como Humbert , pero de Lo, nada.



Las adaptaciones en el cine y las miles de páginas que se han escrito para descalificar y alabar la historia ayudaron a insertar una categoría llamado lolita que designa tanto un estilo de pornografía de protagonistas aniñadas y un estilo de moda o subcultura que nació en Japón (¿dónde más?) en los años 80 que se caracteriza por rescatar la moda del rococó para parecer una muñeca, o un trasvesti si no se tiene cuidado, nada que ver con una nínfula.


Referencias:
*Vladimir Nabokov, Lolita, Barcelona, Anagrama, 1991 pp.24-24
Wikipedia
Mtv news room
Lolita fashion

jueves, agosto 6

El país de la vitrina

La vitrina es una solución práctica de inclusión y exclusión, muy útil para exponer objetos valiosos o interesantes con una barrera de cristal que evita el posible contacto físico de los curiosos que no tienen derecho sobre los objetos.


Antonio Ruíz El Corcito Verano 1937 óleo sobre madera


Una vitrina bien iluminada es el centro de la composición de la pintura que Antonio Ruíz “el Corcito” realizó en 1937. Dentro de ella tres maniquíes forman parte de una escena paradisiaca de playa, donde los tonos naranja y verde brillantes invitan a unirse, tanto, como amenazan con desbordarse, salpicando al espectador con agua salada y arena. Sin embargo, esa barrera de cristal tan eficiente lo impide. Afuera dos personas admiran el aparador. No podemos ver sus rostros, pero su atuendo nos cuenta mucho de ellos; son un hombre y una mujer; hermanos, tal vez pareja, amigos, no lo sabemos, pero en el instante que plasmó el pintor son una representación de México en su paso de nación agrícola llena de desigualdad, a un país industrial, moderno lleno de contrastes.

Regresemos entonces a los dos personajes, él lleva un overol de mezclilla, una tela resistente al trabajo duro y al tiempo que se popularizó entre la clase obrera en Estados Unidos en las últimas décadas del siglo XIX. Sus botas de trabajo, camisa roja y chamarra gruesa están muy lejos ya de la vestimenta común de los trabajadores porfiristas donde predominaban las fibras burdas que se obtenían del henequén, el maguey para obtener manta. Su sombrero tampoco es de campesino, más bien se percibe de fieltro, y nos cuenta cómo su dueño se adapta muy bien a la vida de la ciudad que no para de crecer desde que terminó la Revolución.
En ella su rebozo tradicional podría engañarnos pero basta observar un poco más para ver que su vestido de tono ocre es de tela brillante, no apto para la vida en el campo, lo mismo que sus zapatillas que en pulcro negro llevan tacones: el calzado perfecto para pasear por una calle recién arreglada, con edificios vanguardistas de estilo art decó, cuyas líneas rectas enmarcan la brillante vitrina ante la tenue luz del alumbrado público, de cuya presencia nos cuenta, el poste a la izquierda de la composición.
La escena se desarrolla de noche pues ese momento permite al artista resaltar la luminosidad del aparador, la puerta de la tienda de trajes de baño que muestran los maniquíes, sin embargo, se encuentra cerrada, pero nos queda claro que aún abierta, no cambiaría en nada la situación de nuestros personajes que absortos observan la irreal playa.



Verano (detalle de la pareja)


“El Corcito” nuestro pintor, nació en el Estado de México en 1892, artista de la Academia de San Carlos, fue discípulo de Saturnino Herrán, formó parte del sueño vasconcelista de las misiones culturales, y aunque su trabajo está principalmente en pequeño formato, es parte del movimiento artístico posrrevolucionario. Reconocido por Diego Rivera quien escribió una monografía sobre su obra, donde resalta sus habilidades para retratar la vida cotidiana, la tradición plástica puramente mexicana que según el muralista sobrevivió:
“...en pueblos lejanos, en los mercados, a donde no iban ni van nunca las “personas decentes”. En los tianguis maravillosos continuó viviendo y sigue viviendo esa tradición de plástica espléndida. No han conseguido matarla la sub-burguesíay sus lacayos artistoides y literatoides...*”


Rivera al reconocer al Corcito como un pintor maduro, digno de formar parte del movimiento artístico que él y Frida Kahlo lideraban, según su texto de 1942, también lo halaga como cronista de la ciudad, por su conocimiento sobre el verdadero México, ese de las calles, de los mercados, de los pueblos. Ese México que en 1937 año de “el Verano” se encontraba en pleno proceso de industrialización.



Diego Rivera ofrece en El portador de flores de 1935 una visión idealizada del campesinado.


Nuestro país durante el Cardenismo vió los últimos intentos reales por cristalizar una reforma agraria eficiente, se invirtieron grandes cantidades de dinero y se repartieron tierras, tantas que en 1940 el 47% de las tierras de cultivo eran ejidales, pero nuestra agricultura se estancó. Se privilegiaron los productos locales (maíz y frijol), sobre los de exportación y el campo comenzó a empobrecerse. Los experimentos como la Revolución Verde y la exclusión de los pequeños propietarios marcaron el destino de muchas personas, la Segunda Guerra Mundial, la política de sustitución de importaciones, que permitía producir localmente productos que antes se importaban, y el llamado “Milagro Mexicano” volvieron a este país una economía industrial marginando poco a poco al campo.
En los años de la pintura (1937) la población ocupada en la industria era un 15.6% del total y un 80% se empleaba en el campo. Ejemplo de este cambio son nuestros personajes que admiran la vitrina.



Vitrina en una tienda de Estados Unidos en 1937, el mismo año de la pintura.


Ambos son claramente citadinos, adaptándose a los cambios, a los nuevos trabajos, se encuentran sin duda, muy lejos de la cultura campesina, pero también muy lejos de los objetos en la vitrina. Como obreros apenas tienen días de descanso y su salario no les permite sumarse a la novedad que por esos años se popularizó: los viajes de vacaciones a destinos turísticos, especialmente si de playas exóticas se trataba, un lujo burgués. Una moral diferente pues seguramente la mujer del cuadro jamás se pondría un traje de baño tan atrevido porque seguramente hablamos de una ferviente católica. Una mujer que no se identifica con las modelos de las revistas, esas mujeres que el Chango García Cabral pintaba para Revista de Revistas, por la misma época. Ella aunque seguramente hermosa, no era una vampiresa o cosmopolita.



Chica estadounidense en la playa 1935


Víctimas del cambio, de una revolución que no alcanzó para todos, anquilosada e institucionalizada, nuestros personajes no sólo miran una playa de aparador cuyo ideal se encuentra a miles de kilómetros, admiran con asombro un país que no les pertenece, un país que los excluye y que los margina sólo como trabajadores. Basta ver el tono de piel de nuestros personajes comparados con los maniquíes. Una barrera de cristal los separa de la modernidad tan cacareada por los gobiernos mexicanos.
El Verano me parece una gran pintura, no sólo por la pincelada y el manejo del color, pues cuenta una historia de los años 30 en la Ciudad de México, que es muy actual pues al igual que los personajes de la pintura, hoy en día, miles de personas se van a la cama sin poder acceder a tantas cosas, muchas de ellas tan esenciales y que sólo pueden admirar dentro como una realidad alterna, la del país de la desigualdad, el país de la vitrina.

Referencias:

*Diego Rivera Mi querido Antonio Ruiz alias el Corzo (1942)
Rita Eder et al, Antonio Ruíz "el Corcito", México, Landucci, 1998.
Lorenzo Meyer, La institucionalización del nuevo régimen, en Historia General de México Versión 2000, México el Colegio de México, 2000, p. 825 y ss.
Wikipedia

lunes, agosto 3

Otra voz para los muertos: Social Media

Un medio social o social media es esa suerte de artilugio que permite un fácil acceso para quien escribe y para su público. Con su bajo costo se maneja desde la sociedad sin aparentes restricciones, sin rendir cuentas, sin fronteras, con un contenido general que responde a la inmediatez del ámbito urbano.
Internet y sus herramientas han revolucionado en pocos años los modos de comunicación y sin duda, lo seguirán haciendo. El ejemplo más tangible se encuentra en los periódicos, que en su versión impresa, se han visto terriblemente afectados y si para la prensa no hay marcha atrás, para la divulgación de la historia se abrió una gran oportunidad.

Leo Gente Muerta es apenas un intento para aprovechar esta nueva voz. Dirigido a un público diverso, se vale de medios como twitter para difundir sus novedades. Se trata de una aventura, un placer y un esfuerzo al terminar el día de trabajo de una una historiadora que a veces no se da abasto, pero que adora su revistita de historia y los comentarios que de ella recibe.




Hoy agradezco al historiador Felipe Castro por comentar mi blog e incluirme con colegas tan especiales y creativos como Iván Escamilla y Arno Burkholder.

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