miércoles, julio 29

Ese brebaje es como carne...

Durante siglos miles de mexicanos hemos caminado por ahí solamente con un pulquito en la panza y una sonrisa soñadora. El pulque es, seguramente, la única bebida que pertenece verdaderamente al pueblo; se escurre entre las manos de quienes buscan enlatarlo, embotellarlo, censurarlo y humillarlo porque al perder su carácter ritual con la Conquista se insertó para siempre en la vida del mexicano como su compañero y muchas veces como su único alimento completo en el día.
El maguey prospera en la zona del altiplano hidalguense, allí la aridez del suelo obliga a utilizar los pocos recursos disponibles; de él se extraen, además del aguamiel, fibras, forrajes, agujas, y sus hojas son imperdonables al preparar el mejor complemento del pulque: la barbacoa. Por eso no extraña encontrar en las carreteras de Hidalgo puestos de barbacoa con una inconfundible señal: garrafitas de colores que anuncian pulque disponible, muchas veces gratis.

La producción pulquera se convirtió en el alma del mercado interno en la Nueva España ante el asombro de los españoles que con vino tinto en sus sistema, no podían entender este brebaje, así que lo dejaron bajo el control de los indios durante unos años, en 1650 había 212 pulquerías en la Ciudad de México. Este negocio tan saludable pasó al control de la Corona española que cobraba impuestos sobre su venta y distribución en 1665 y el pulque vivió años de tolerancia, fomento, prohibiciones y aumento en los impuestos, mientras los tlachiqueros transportaban diariamente fruto de su trabajo en sus mulitas.



Los gobernantes de tendencia “ilustrada” con su afán de criticar y reformar prácticamente todo, no pudieron ignorar al pulque. A instancias del implacable visitador José de Gálvez se aumentó el impuesto de la bebida con una doble intención; aumentar los niveles de recaudación de la Corona como disminuir el consumo y con ello los desmanes que los españoles siempre achacaron casi exclusivamente a la embriaguez.


Claudio linati mostró la imagen del tlachiquero con su serie de litografías sobre tipos mexicanos


La idea resultó, por un tiempo, hasta que la demanda de pulque disminuyó tanto, que afectó a la aristocracia productora, una de las más poderosas a nivel local. Las haciendas pulqueras eran autosuficientes y al depender únicamente del mercado interno eran negocios muy rentables que se aseguraban cuando el dueño poseía una o varias pulquerías en la Ciudad de México para asegurar sus ventas. Los aristócratas, nuevos ricos, se sintieron agravados con las reformas Borbónicas.
Por supuesto que la gente de la Ciudad de México y otras poblaciones, no dejó de beber con el aumento de precios, en estos años prosperó el pulque ilegal y se generalizó el consumo de otros embriagantes como el mezcal y el aguardiente de caña al que también se llamaba chinguirito que los ilustrados consideraron como un símbolo civilizador, pues se modificaron las tradiciones indígenas.
El pulque inició entonces su camino de competencia con otras bebidas que se promovían desde el poder, como el vino y los destilados en control de los españoles, la cerveza en control de los industriales porfiristas y los refrescos y licores en manos de... cualquiera. Todos tienen en común la intención de marginar esta bebida popular describiéndolo como un “embriagante barato”.


Agustín de Arrieta La tertulia en pulquería


La segregación social del pulque continuó con la Independencia, pero al desaparecer el control español sobre la bebida y sus puntos de venta estos se multiplicaron hasta alcanzar el número de una pulquería por cada 410 habitantes en 1864, sin contar por supuesto los puestos ambulantes que se encontraban en las calles de la periferia de la ciudad. Fue ahí en los barrios más populares donde la pulquería encontró sus mejores tiempos.
Las vías ferroviarias comunicaron al país, agilizaron el comercio y transportaron el pulque en mayores cantidades, más rápido. Se calcula que en las dos últimas décadas del siglo XIX hasta un 45% de la carga del ferrocarril era pulque, que abastecía las casi 1500 pulquerías de la capital, donde sus parroquianos consumían un promedio de tres litros diarios que, acompañado de tortillas y con suerte frijoles con chile era lo más que con su jornal podían pagar. Un suspiro que terminaba en sonrisa garantizada después de un día difícil de trabajo excesivo.



El porfiriato y la marginación social que se incrementó con la polarización social del periodo ayudaron a constituir a la pulquería como centro de reunión social, locales decorados con murales para invitar a la degustación, los pisos llenos de aserrín por aquello de los accidentes y porque la tierra reclama su bebida y es de buen gusto compartirle.
En las pulquerías se sirve en jarritas de vidrio de distintas clases:
-macetas (2 litros)
- cañones (1 litro)
- chivitos (½ litro)
-catrinas y tornillos (1 litro)
Aunque el mejor sabor está en los jarritos de barro de un litro, más comunes para el consumo casero y los restaurantes familiares.

Las pulquerías no soportaron muy bien la Revolución y menos los gobiernos emanados de ella. A partir de 1920 se intensificaron las campañas contra esta bebida, acusándola de lo mismo que los españoles ya habían argumentado: bebida que sólo embrutece y provoca males sociales y agregaron el factor de la cuestionable higiene en su elaboración que por el contrario, si aseguraban las cervezas y refrescos embotellados que beneficiaban a los grandes empresarios. Pero aún que el tequila y el mezcal, el pulque fue totalmente marginado durante el siglo XX como corriente y asqueroso. Bebida de lo peor, frente a las opciones extranjeras, más higiénicas, modernas y hasta familiares, por supuesto más caras y dañinas como demostró Francsco Bulnes en su estudio sobre el pulque de 1909. Con su 4% de alcohol nuestro pulque se aferró a las tradiciones más populares, y en algunas pulquerías que durante años no fueron más que sobrevivientes de un México que se niega a irse del todo a pesar de los cambios económicos y la globalización.

El tequila obtuvo su denominación de origen en 1974, a lo que se sumaron mejoras tecnológicas en su producción, gran promoción para el país y el bienestar económico de una región. Esta bebida marginada por siglos se volvió un producto codiciado y hasta de élite. La exclusividad del charro borracho en una cantina de mala fama había terminado y para el mezcal sus de gloria están cerca.
Para el pulque, prácticamente imposible de envasar, con una vida muy corta el futuro es otro. Hasta hace unos años la industria parecía prácticamente muerta, sin embargo la curiosidad me llevó a comprobar su resurgimiento.

Al abrir la puerta de un muy pequeño local en Mesones (Centro histórico), no encontré media docena de ancianos tomando pulque blanco como esperaba. Me encontré frente a un local lleno de jóvenes tomando curados llenos de color y sabor con olores embriagantes. La Risa tiene tanto público que por momentos parece que no se da abasto y salen adelante sólo por el firme carácter de la señora que atiende y sabe a la perfección el calendario de sabores pues cambian cada día de la semana: Limón, guayaba, fresa, jitomate, arroz, nuez y el de piñón.
La Tlaxcalteca en la colonia Peralvillo ofrece además de limpieza un curado especial: el de almeja compuesto de jitomate, clamato, almejas, salsa valentina, limón y sal. Servido con galletas es una delicia que se complementa con el curado de apio. No se me ocurre nada más saludable.



Pulquería en el barrio de Tacubaya


El negocio pulquero se encuentra en momento de transición; tanto la Tlaxcalteca como la Risa son mixtas, pero aun se encuentran locales con departamento de mujeres, una división de sexos que apareció en el virreinato y fue eliminada para reaparecer en el siglo XIX y quedarse en la tradición popular. Seguramente los nuevos locales, que sin duda abrirán, desecharán la división y el pulque seguirá vigente motivando la satisfacción de sus fanáticos y quien sabe tal vez vuelvan los nombres tan característicos de estos locales como El Triunfo de la Tambora sobre la Divina Providencia, El Fuerte de Chabacano, La Babilonia de los Artesanos, Los Ojitos de Merceditas, Donde las Águilas Mueren, El Cantón de los Zorrillos, El Siesteo de los Leones, Me gusta Más que mis Dineros, Los Biberones de la Malinche, La Reforma de la Chaparrita, Los Eructos de una Dama, Las glorias de Pompeya.

Referencias:
Juan pedro Viqueira, ¿Relajados o repremidos? Diversiones públicas y vida social en la Ciudad de México durante el siglo de las luces, México FCE, 2001, pp 169 y ss.
La Jornada
Consejo Nacional para la cultura y las artes
Lugares de México

Imágenes Wikipedia y Flickr

jueves, julio 16

Sueños de la luna en la tierra parte 2/2

La década de 1960 se terminaba junto con el encanto de la posguerra que se había diluido hacía mucho tiempo. Estados Unidos estaba inmerso en una guerra desgastante en Vietnam que estaba perdiendo, las protestas locales y el descontento se ceñían sobre el mandato de Richard Nixon mientras la URSS y sus científicos alcanzaron la superficie lunar con una sonda automática que alunizó y envió fotografías panorámicas exitosamente en febrero de 1966 con datos de las fotos logradas desde 1959.
El 16 de julio de 1969 la tripulación del Apollo 11 salió de la atmósfera terrestre gracias al inmenso impulso de un misil Saturno V para tomar rumbo a la luna. Millones de personas en todo el mundo observaban atónitas la transmisión en televisión de este hecho sin precedentes que prácticamente sin contratiempos llevó a la humanidad a la superficie lunar el día 20.



Neil Armstrong es el primero en bajar de la nave y describir lo que ve, sus palabras ya célebres le aseguraron la inmortalidad y junto a su compañero Edwin Buzz Aldrin recogen muestras, toman fotografías y video. Su misión concluyó sin contratiempos el día 24 cuando son rescatados en el mar por un portaaviones donde los recibe el mismo Richard Nixon quien se refirió al hecho así:

"Es la semana más grande desde la creación, desde que se extendieron los cimientos de los mares, desde el origen mismo del universo..."


La carrera espacial había terminado, había un ganador; Estados Unidos llegó a la luna primero, fin de la discusión, de momento la Guerra Fría entró en calma al tiempo que la luna perdía buena parte de su misterio y encanto románticos pues ante la certeza de que los selenitas no existían y tampoco había un hombre solitario viviendo allí mucho del encanto se perdió.
La Unión Soviética nunca concretó un viaje tripulado a la luna, sus sondas mecánicas lograron recoger muestras y regresar con éxito a la tierra hasta 1976 con impresionantes fotos de la superficie y de la perspectiva de la tierra en película afectada sin duda por las variaciones de temperatura en la luna pero con alto valor científico por su exactitud.
Las fotos y los datos de cómo se tomaron estas fotos se pueden ver aquí



Panorámica de la superficvie lunar tomada por la sonda soviética Luna 9 en 1966


A cuarenta años del lanzamiento del Apollo 11 el mundo ha cambiado definitivamente y la conmemoración se percibe distinta. La Guerra Fría terminó hace mucho y el peligro de ataques intercontinentales tiene matices muy diferentes hoy en día. Con gran cantidad de información disponible para casi todos se pueden escuchar voces disidentes en casi todos los aspectos. El viaje a la luna no es excepción.



Desde 1974 se han escrito libros y comentado teorías varias sobre la veracidad del viaje a la luna de 1969 e incluso de las siguientes misiones Apollo que en su versión 17 llevó una misión a la luna por última vez en 1972.
Muchas de estas teorías se perdieron o se desacreditaron como inventos con la misma etiqueta que el fenómeno OVNI, pero otras encontraron eco apenas hace unos años con la masificación de la información gracias al internet, las personas más jóvenes, totalmente ajenos al furor del evento original, están más dispuestas a escuchar otras versiones, tanto que la NASA se ha planteado desde el 2002 responder a las acusaciones del fraude pues una encuesta realizada entre los estadounidenses en 1999 muestra que sólo el 85% de la población cree en la completa veracidad de los alunizajes mientras el resto lo duda o no lo cree para nada. Sin duda estos números han aumentado al masificarse el internet.
La teoría del engaño de 1969 encuentra apoyo entre aquellos que piensan que fue muy pertinente y benéfico políticamente para el gobierno de Nixon, un mandatario del que no sorprenden sus mentiras, mientras otros cuestionan la viabilidad tecnológica de semejante hazaña que no se ha repetido en ya cuatro décadas.



Las teorías más fuertes expuestas en los documentales Algo extraño sucedió en el viaje a la Luna y ¿Qué sucedió en la Luna? Muestran pruebas sobre fotografías muy nítidas y sin daños en la película a causa de los extremos cambios de temperatura como se ve en sus contemporáneas soviéticas, y cuestionan la transmisión de televisión de la época, totalmente controlada por la NASA de muy mala calidad entre otras cuestiones técnicas.

La historia del sueño del viaje a la luna está abierto aún, con debates, con certezas, con ciencia ficción, con estudios serios, con sueños y esperanzas; Neil Armstrong en una de sus raras apariciones públicas dijo lo siguiente en 1994:

"Hoy tenemos a este grupo de estudiantes de entre los mejores de América. A ustedes les decimos que nosotros sólo hemos hecho el comienzo, les dejamos mucho por hacer. Hay muchas ideas por descubrir, muchos avances disponibles, para aquellos capaces de quitar una de las capas protectoras de la verdad".





Las estrellas tampoco son visibles en esta foro de la estación espacial MIR, su ausencia en las imágenes del Apollo son el argumento más débil de quienes apoyan la falsedad del evento


Links:

Imágenes de las sondas automáticas
soviéticas

Algo extraño sucedió en la luna
(documental)

Sueños de la luna en la tierra parte 1/2

La luna siempre ha sido una tentación para la imaginación, es imposible ignorarla; forma parte de muchos mitos antiguos y su influencia en la tierra se deja ver en las mareas, capitales para la navegación y el comercio, además de la agricultura, e incluso en nuestras funciones físicas, especialmente entre las mujeres, pues una buena medida de agua nos constituye.
Romántica y científica nuestro satélite natural es una constante cultural y la idea de alcanzarla un gran sueño. Tan lejana pero no tanto, como nuestra estrella más cercana (próxima centauri), es protagonista de los relatos de ciencia ficción más tempranos, escritos entre el interés empirista del siglo XVII como The Other World: The Comical History of the States and Empires of the Moon de 1657 de la pluma de Cyrano de Bergerac y después de los relatos que resultaron durante la Segunda Revolución Industrial y los triunfos tecnológicos del siglo XIX cuando Julio Verne escribió sus novelas De la Tierra a la Luna y Alrededor de la Luna de 1865 que inspiraron a su vez a Georges Méliès para su película de 1904 cuya escena principal, donde un disparo de cañón lleva a los estudiosos a la luna, nos acerca un poco más a nuestro tema principal, la carrera espacial.



Aún nos encontramos en los años anteriores, entre el velo de misterio e inocencia de la luna. Durante buena parte del siglo XX la existencia de los selenitas (vasallos de la deidad griega lunar), era posible, obligando a más de uno a mirar al cielo con curiosidad.
Las manchas en la superficie de la luna forman extrañas figuras, un conejo, una virgen, un hombre, según la tradición local y soportaron también el mito del hombre en la luna; todavía en 1928 una liberal flapper llamada Helen Kane cantaba así sobre su soledad:

There's two lonesome people in the whole wide world,
It's me, the man in the moon.

You know, and if my sweetie keeps me waiting,
You know what I'm gonna do?
I'm gonna get myself a big balloon, a big one,
And I'll travel through the air in that big balloon,
And have a love affair with the man in the moon!


Se refiere a ese habitante de la luna, tal vez un exiliado cuya figura melancólica se perfila en la luna, uno de los referentes más importantes de la cultura tanto en Occidente como en Oriente que en unos años sería presa de los intereses políticos y económicos para perder buena parte de su romanticismo y misterio en el camino.



Avancemos un poco más hacia la carrera espacial. El régimen nazi y el interés de Hitler por desarrollar armas eficientes y novedosas ayudó a desarrollar la tecnología de los misiles. La Wermacht atacó varias ciudades con este método de largo alcance con el que no contaban los aliados ni la URSS.
Al final de la guerra ambos bandos se repartieron el mundo, entre eso estaban los científicos nazis como Wernher von Braun, quien a pesar de haber colaborado en la planeación y construcción de campos de concentración, pasó a las filas de científicos en Estados Unidos en el inicio de la Guerra Fría donde el enfrentamiento entre el régimen de Stalin y el mundo capitalista obligaron a ambas potencias a desarrollar misiles de gran alcance o intercontinentales para atacar lugares tan lejanos como Moscú o Washington según el caso en un escenario de paranoia total de la doctrina MAD, es decir la destrucción asegurada de ambos contrincantes con armas nucleares: Mutual assured destruction, el equilibrio del terror.


Belka y Strelka promición soviética de los logros espaciales


Así llegamos a la Carrera espacial, fue en octubre de 1957 cuando la Unión Soviética lanzó el primer satélite artificial, El Sputnik un pequeño aparato de apenas 83 kg que media a través de ondas de radio algunos aspectos de la atmósfera. Hoy no parece gran cosa pero causó terror entre los estrategas Estados Unidos pues significaba no sólo un gran avance científico del enemigo sino que también contaban con un misil de fuerza y alcance suficiente como para atacarlos.
Rusia continuó su avance indetenible, llevó al espacio insectos, plantas, animales (los célebres belka y Strelka y Laika), y finalmente en abril 1961 al primer cosmonauta Yuri Gagarin que consiguió fama mundial por su hazaña de sobrevolar la tierra desde el espacio en su nave Vostok 1, su experiencia la describió así:
“contemplé con gran emoción ese mundo nuevo y desusado, procurando verlo todo y grabarlo en mi memoria. Por la ventanilla se asomaban unas estrellas asombrosamente brillantes y frías. Estaba muy lejos de ellas -¡tan lejos!-, pero desde la órbita del Vostok parecían más próximas que desde la tierra.”*

En occidente la hazaña soviética los dejó helados, pero no por mucho tiempo, pues en mayo de ese mismo año el entonces presidente Kennedy declaró la necesidad de superar a su muy adelantado enemigo en esta carrera espacial y se comprometió a llevar un hombre a la luna para el final de la década de los 60 a pesar que sumaban más fracasos que éxitos para alcanzar su objetivo.



Yuri Gagarin en una tarjeta postal. promocional soviético de los logros en la carrera espacial


* Yuri gagarin, Mi primer viaje por el espacio, fragmento, tomado de Reportaje de la Historia, 114 relatos de testigos presenciales sobre hechos ocurridos en 25 siglos, México, Planeta 1990, t. 4 pp. 9-10

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